Cuento de Navidad

La chimenea del salón ya no prendía como en inviernos anteriores. Una pequeña llama fatua daba calor y luz a una habitación fría donde las fotos antiguas de la encimera ya apenas reflejaban la historia y vida de tiempos mejores. La plata de la estantería era más bien cobre, níquel y alpaca oxidada. El viejo diploma que encabezaba el salón que un día fue un motivo de orgullo, ya solo tenía el valor que tiene un cuaderno garabateado. Álbumes y álbumes llenos de recuerdos que se perdieron en la memoria. Una memoria que ya no es memoria, sino la playa que hay en una de las costas del mar de las penas.

No hay con quien brindar. Rubén ya no está y Martirio no tiene a nadie con quien brindar. En la cocina han sobrado tres raciones de pescado, reservadas para los hijos que nunca tuvo. Aún mantiene esa ilusa y absurda esperanza de que llamen algún día a la puerta y aparezcan con sus hijos, y que estos al verla griten un “¡Feliz Navidad, abuela!”

¿Hace tanto tiempo ya de esas Navidades en las que no tenía que acudir una señora pagada por quién sabe qué departamento del estado a encender la chimenea y vigilar que la vieja no hubiera muerto? ¿Hace tanto qué se fue Rubén? ¿Llegó a existir o solo es un producto de su vieja y anclada imaginación?

“Requiescat Rubén” pensaba la vieja Martirio con la copa en la mano, mientras intentaba esconder el resto de su cuerpo en la mesa camilla. Requiescat.

Los muebles de madera crujían tanto como las piernas de la anciana. Posiblemente tuvieran una edad parecida. Es curioso como en un lugar tan inhóspito fuera posible que el timbre pudiera sonar en una noche como Nochebuena. ¡Ding dong!

Martirio siempre pensó que el día que el timbre volviera a sonar iría corriendo hacia la puerta con una sonrisa de oreja a oreja. Sin embargo, su paso fue muy lento y tembloroso. Un pestillo, la cadena y el pomo hacia dentro.

Era evidente que no iba a bajar por la chimenea encendida así que decidió llamar al timbre y entrar por la puerta con su saco de regalos. Su hijo, su nuera y su nieto. Tres raciones de comida. “Ya estamos aquí mamá, nos hemos retrasado un poco.” “¡Feliz Navidad, abuela!”

La Misma Voz

La exactitud de las cifras se diluye cuando hablamos de democracia. El Partido Popular ha cosechado una victoria sin precedentes con una cifra de votos muy similar a la de comicios anteriores, 10.8 millones frente a los 10.2 conseguidos en 2008. El electorado de la diestra española reitera lección de fidelidad a unas siglas, demostrando tras las urnas que son el aval más necesario de su partido.

El gran derrotado de la jornada electoral no es otro que el Partido Socialista. Como era de esperar ha pagado el alto precio de la crisis y se convierte en el quinto Gobierno europeo abatido por ella. Las medidas adoptadas a partir de mayo del pasado año y la reconversión al neoliberalismo exigido desde Bruselas han sido las ascuas donde han ardido más de cuatro millones de votos. Ahí puede encontrarse la clave del hundimiento del partido representado por Rubalcaba y de la fuerte presencia popular que dominará la Cámara Baja durante los cuatro próximos años.

La atomización del voto progresista es una realidad constatable. Se tiende a disociar erróneamente el auge de los partidos minoritarios del derrumbe socialista. Son dos caras de la misma moneda. Izquierda Unida, UPyD y partidos regionales –injusta ley electoral aparte- han reciclado las papeletas que en 2008 llevaban el sello de la mano y la rosa. No deja de ser notorio, además de exclusivo, que el Partido Popular con una cifra de votos que oscila entre los 10 y 11 millones haya obtenido dos derrotas, una victoria y dos mayorías absolutas, una de ellas la segunda más holgada de la historia de la democracia. Esta estadística evidencia dos hechos: El electorado conservador es siempre fiable, poco cambiante y nada crítico. Un ejemplo práctico lo encontramos en Murcia o Valencia, donde la corrupción política la entregan junto con el maletín y el despacho, y allí, para colmo de la rocambolesca, los populares han arrasado sin paliativos. Justo en el otro extremo se hallan los progresistas, el voto de la conciencia; escrupuloso y muy punitivo con la negligente gestión política. En otras palabras, un voto errante.

La legitimidad de las urnas no se cuestiona; su veredicto nos augura una legislatura con un Gobierno de mayoría y absolutista. Rajoy y su equipo de gobierno podrán hacer y deshacer sin que un alma les tosa en el Congreso. La cara B de semejante concentración de poder es que al errar en sus decisiones tendrán que asumir la culpa de cabo a rabo, y además de manera inmediata. Puede parecer una obviedad, pero estamos ante un partido especialista en echar balones fuera.

El PSOE por su parte, durante estos años de oposición desnuda, tiene por delante la ingente tarea de su renovación, algo que va más allá de un simple Congreso Ordinario, de un lavado de imagen o de la regeneración de su discurso. Tiene pendiente la reconquista de cuatro millones de votos que le son legítimos, pues sólo a través de ellos la izquierda alcanzará la contundencia política que de la que es siempre merecedora. Suele decirse que nada une más que un enemigo común, ojalá esta vez no sea necesario despertar a la bestia para comprender que el progresismo se enriquece de la diferencia, pero es mucho más fuerte si grita con la misma voz.

Y tú… ¿Qué vas a hacer este Domingo?

Por Antonio Ruíz Jaén;

Sin duda alguna, este Noviembre albergará la que será una de las jornadas electorales más importantes en la historia de la Democracia en nuestro país. Creo que no es necesario enumerar las críticas razones por las que estos comicios son tan sumamente determinantes…

Sea quien sea el ganador, va a tener que emplearse a fondo durante los próximos cuatro años si quiere volver a restituir en los corazones de los españoles un mínimo de credibilidad hacia la política. Ardua tarea la suya, a la altura de las grandes meteduras de pata que han ido alternando en el poder durante tanto tiempo. Los obstáculos a los que se enfrentan los dos principales candidatos (con perdón a terceras opciones políticas) son grandes y difíciles de subsanar –falta de carisma, falta de credibilidad, falta de vitalidad, falta de juventud… Y es que nos piden a los votantes una misión demasiado imposible, demasiado impensable: que babeemos por un par de tipos con nada de carisma, con demasiado pasado a sus espaldas y expertos únicamente en generar frustraciones, decepciones y desilusiones varias. Incumpliendo promesas y pasándose por el forro derechos inalienables e inherentes a eso que aún, hoy día, ellos se empeñan en seguir llamando Democracia.

Se me viene a la cabeza una frase peliculera que, analizada con el suficiente detenimiento, puede ser extrapolada con bastante acierto a la gran carpa que conforman nuestros payasos del circo electoral. No es otra que “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Parece ser que todos nuestros políticos se han olvidado de este arácnido –a la vez que más que necesario –mantra. Estamos aburridos ya de que la promulguen en sus mítines electorales… y que prometan, prometan… pero la olviden tan pronto como han alcanzado la meta, desoyendo a los que están debajo. Y es que por desgracia, estos manipuladores relegan al cajón del olvido demasiado pronto que si están ahí es porque nosotros hemos querido que así haya sido.

Y de ese abuso, esa continua manipulación y tanta ingratitud es de la que ya nos hemos cansado. O, mejor dicho, nos cansamos hace tiempo. El 15M, Democracia Real Ya, las huelgas estudiantiles y de educación que últimamente están siendo convocadas (con rotundo éxito) y un largo etcétera no son sino fiel reflejo de el hastío de nuestra sociedad, que está hasta las narices de ser manipulada, engañada, estafada.

Estamos cansados de políticos pederastas que sólo saben violar a una Democracia que hoy por hoy, efectivamente, es frágil, está indefensa, y viene a ser igual o más vulnerable que un bebé. Todo ello ayudado de la complicidad de los medios de comunicación; televisión, prensa y radio.
Así que nuestra inteligencia colectiva debe dar una respuesta contundente a estos políticos corruptos, a ellos y a los partidos que los cobijan. Y me alegra que las iniciativas anteriormente mencionadas estén dando fe de ello.

Que, hablando vasto y claro, estamos ya hasta nuestras partes de que España efectivamente cada vez se asemeje más a un vulgar condón: resiste la inflación, detiene la producción, destruye las generaciones futuras y para colmo nos transmite sensación de seguridad cuando en realidad nos la están clavando.

Y perdón por mi probable vulgaridad anterior, pero quedó claro hace ya tiempo que las gentilezas y las medias tintas no sirven para nada, y hablando claro se entiende a la gente, oiga.
Así que contundencia. Maldita sea, sigamos presionando. Sigamos luchando. Sigamos manifestándonos y batallando por nuestra generación y las venideras. Que dejemos de temer de una vez por todas a los gobernantes, para que sean ellos los que teman al pueblo del que tan injustamente ha abusado. Así que, al margen de que tus ideales se acerquen más a los del PP, PSOE, IU, UPyD o al partido de los periquitos, rebélate, lucha, manifiéstate… VOTA. No te quedes al margen. Y, por favor, plantéate otras opciones, que aquí no todo es rojo o azul. Estos dos colores ya han demostrado con tenacidad fehaciente que son como los niños malcriados que logra ahorrar mucho dinero gracias a sus papis los bancos pero luego lo malgastan en cromos y demás cosas inútiles. Luchemos por lo que poco a poco nos están quitando y, sobre todo, por lo que nunca hemos tenido.

Y a ti, querido futuro presidente, te doy tres consejitos: sé humilde (porque nosotros, y sólo nosotros, habremos depositado nuestra confianza en ti, recuérdalo), sé prudente (porque querido alcornoque, que a ver si te queda claro de una vez por todas, hablas en nombre de las personas a las que representas y no en el tuyo propio, maldito narcisista egocéntrico) y, lo que es más importante, sé exquisitamente sincero y consecuente (porque vale, de acuerdo, en esta orquesta tú llevas la batuta, pero ¿a quién dirigirás si tocas mal la melodía y empiezas a quedarte sin instrumentos?).
Con todos mis respetos, uno de los más de 40 millones de españoles indignados que este Domingo irá a las urnas con la quizá ingenua –pero aún no extirpada –esperanza de que algún día tendremos el futuro por el que estamos luchando.

Gerentes de mierda

Sentémonos a la mesa y discutamos. A un lado, toda España y su grito de Liga de Mierda echando la culpa de todo al reparto de los derechos televisivos. Al otro lado, yo defendiendo que el problema es más profundo, no tan simple, y que las soluciones deberían ser drásticas.

La obviedad innegable es que el Barça y el Madrid tienen un presupuesto muy superior al resto, pero el problema no reside aquí. Por esta regla de tres, el Atlético debería acabar tercero todos los años. Y además, el presupuesto de los dos grandes siempre estuvo bastante por encima del resto, me explico: lo de retener a figuras como Cristiano o Messi no está a la altura del resto, pero tampoco lo estaba hace 30 años para retener a Cruyff, Hugo Sánchez, Romario, Puskas o Amancio. Todo ello sin contar que el Barça tiene 8 estrellas de talla mundial a coste 0. Si algún equipo lograse esto, no soy yo quien diga que puedan mantener a estos jugadores con semejante ficha, pero vender a cada uno de estos hoy día no baja de los 50 kilos por cabeza.

¿Cuál es el principal problema entonces? Para mí la respuesta es contundente: la mala gestión de todos los clubes. No es posible que a cada año que pase los clubes gasten un 10% más de lo que ingresan. Así, la burbuja crece cada año y esto no es problema de derechos de televisión mal repartidos. Esto lleva así muchísimos años, y si los repartos engrandecen (que deberían hacerlo, por supuesto) lo más probable es que esta ley del 10% siguiera sin excepción.

Es vergonzoso que una liga como esta tenga tantos equipos amparados bajo leyes concursales que deberían estar prohibidas en este mundo futbolístico, pues consisten en seguir gastando, defendidos por un juez, sin que nadie vea un duro.

La solución para acabar con este déficit del 10% es fácil pero drástica, y sé que a muchos no les gustará. Ya funcionó en Italia cuando se dejó la liga en 17 equipos arrojando a la Serie B a los 3 clubes que peor utilizaban su presupuesto. Serviría para ponerle las pilas al resto y, una vez gestionado este asunto de déficit y clubes corruptos que hacen que no se vea un duro por sus malos gestores, y no por las televisiones, sí se debería proceder a un cambio mucho más equitativo como el inglés. Hacerlo antes sería un error, porque la situación sería la misma; clubes arruinados por gastar más de lo que ingresan

Impaciencia y 15 M

La colaboración esta semana corre a cargo de Icíar Guttiérrez. Disfruten

Hay algo que me fastidia mucho cuando se quieren hacer las cosas bien y es la impaciencia.

Sin duda, en nuestro día a día las prisas son el motor que nos pone en marcha y esta maldita costumbre que tenemos de vivir deprisa es la que precisamente está impacientando a la Opinión Pública con respecto al futuro del Movimiento 15M. Se preguntan cuándo y cómo vamos a actuar. Y yo, más que ver un interés real por saber cuándo y cómo vamos a alcanzar lo que pedimos, lo que observo es un intento claro de deslegitimación, un argumento más para echar por tierra el trabajo y el esfuerzo de mucha gente que cree en esto y lucha por ello.

El pueblo- sí, el pueblo, aunque suene populista- salió a la calle solo por un motivo: estaba indignado. Desde un primer momento se hizo evidente que toda esa indignación había que canalizarla mediante mecanismos de organización y se crearon las comisiones de barrios, pueblos y educación.

Ahora, señores impacientes, estamos en una tercera fase de información para la difusión y ampliación del movimiento. Y es que, a pesar de que se empeñan en hacernos quedar como tontos, somos conscientes de que sin la fuerza suficiente lo único que podemos conseguir es un estrepitoso fracaso. Y todo porque la Opinión Pública, con los Medios de Comunicación al frente, se ha convertido en nuestra espada de Damocles particular: está preparada, amenazante, para caer sobre nosotros después de cualquier mínimo atisbo de debilidad.

Las prisas son las que muchas veces hacen que no terminemos un tema importante de una asignatura en el colegio y nos queden para siempre esas lagunas por cubrir. Las prisas son las culpables de que las noticias en los informativos duren lo justo para tener un conocimiento superficial y no nos interesemos por profundizar. Las prisas son las que nos impiden que en un día ajetreado nos paremos a charlar con esa persona que, a lo mejor, nos podría haber aportado más de lo que nos imaginábamos.

Pero este no es un momento para tener prisa porque queremos hacer las cosas bien y con paciencia. Seguimos trabajando aunque ya no ocupemos las portadas de la prensa y hayamos pasado de ser los “simpáticos” a parecer fastidiosos y protestones. Y no me refiero solo a aguantar en una acampada, que tarde o temprano habrá que levantar porque resulta obvio que no podemos caer en la terquedad de resistir por resistir. Nuestro esfuerzo ahora no es otro que darle la fuerza suficiente al movimiento para que no sea necesario quedarse a dormir en una plaza.

Por favor, quien dude del futuro del 15M que no sea por decepción de no haber logrado nada aún. Y a los señores que se muestran impacientes por conseguir ya los famosos ocho puntos, les invito a que planten un árbol. Cuando ese árbol crezca, dé maravillosas flores e incluso frutos carnosos, será el momento de preguntarse qué hemos logrado. Hasta entonces, solo nos queda regarlo y mimarlo todos los días, y contemplar orgullosos cómo se va haciendo más y más grande a medida que el tiempo pasa.

"La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte", Inmanuel Kant

¿Todo vale?

En la sección Colaboradores de hoy: Antonio Ruiz, buen amigo y compañero de carrera.



El otro día brotó casi de manera esporádica un rimbombante tema de conversación entre un amigo y yo mientras cenábamos. ¿Vale todo en Internet? En un principio, no medité ni larga ni tendidamente la cuestión. Pensé de inmediato en el sempiterno manipulado tridente mediático (prensa, radio y televisión), viendo Internet como el único contrapunto que equilibra tan elevados índices de extorsión e hipocresía. También caí en Wikileaks, esa organización internacional que arroja al mundo información robada a la diplomacia norteamericana, esa misma diplomacia que oculta la verdad al pueblo que presuntamente le nombra. Así que casi estuve a punto de decir “Sí”.

Pero algo detuvo a mi afilada lengua a responder. Como en una película, a mi mente llegaron también esas filmaciones de asesinatos, torturas, maltratos y violaciones sexuales que muchos muestran orgullosos en la gran telaraña y que son comercializadas a diario a nivel mundial. Tampoco pasé inadvertido el recuerdo en mi memoria de las cientos de noticias acerca de cómo la información y fotos que los jóvenes aportan acerca de ellos mismos y sus amigos en las archiconocidas “redes sociales” son utilizadas en muchas ocasiones por los delincuentes para elegir a sus potenciales víctimas.

Así que no todo vale. Y mucho menos, no todo es legal. Internet es un arma de doble filo. Debemos tener sumo cuidado con lo que publicamos o con la información a la que accedemos. Es cierto que la red es, a día de hoy, el único portal de comunicación que no está (o, al menos, no en su totalidad) controlado por el poder político imperante. Y precisamente por ese hecho de que Internet va por delante en la carrera del libre albedrío y cada uno publica prácticamente lo que quiere, sin gatekeepers o filtros de información que determinen (aunque con éstos se elimine objetividad y se carguen ideológicamente los discursos) qué debe pasar y qué no, que está bien y qué está mal que aparezca en la red… debemos extremar las precauciones. ¿Más libertad con Internet? Nadie puede dudarlo. Desde organizaciones como la susodicha Wikileaks, pasando por la existencia de los foros y desembocando incluso en las opiniones volcadas en los ahora tan de moda blogs se pone de relieve que así es. Pero no olvidemos que tanta libertad desbocada, sin unos guardianes que establezcan el límite entre lo beneficioso y lo perjudicial puede ser muy peligrosa. Por no hablar de la fiabilidad y la credibilidad, esas famosas desconocidas en Internet que precisamente despuntan por su ausencia. Consecuencia directa de tan profuso descontrol.

Así pues, pasen y vean, disfruten del gran espectáculo que les brinda la gran carpa de Internet. La entrada es gratuita. Pero no lo olviden. Aquí no hay porteros. Mucho de lo que se vierte es basura. Y como tal, es ilegal, inmoral o engorda.

Entrevista a Breda

Desde El Café de las Cinco queremos dedicarle un espacio a los grupos de música. Cada cierto tiempo se harán entrevistas a grupos que están empezando y que a base de esfuerzo e ilusión se quieren abrir hueco en el mundo de la música.

El primero de ellos son los zamoranos Breda. La historia de este grupo de amigos empezó en 2010 cuando después de muchos ensayos decidieron ofrecer algunos directos para sus amigos. Se definen con un estilo alternativo, si bien tocan todos los estilos derivados del rock, incluso jazz y música clásica. Ya cuentan con una docena de temas propios interpretados por Marcos (voz y guitarra), María (guitarra), Javi (batería) y Vicente "Tiko" (teclados). Sin más os dejo con la entrevista a este gran grupo.

¿Por qué Breda?
Marcos (Voz y guitarra): Es un nombre directo y fácil de recordar que guarda estrecha relación con algunos elementos del cuadro de Velázquez y los inicios del grupo.

¿Cuáles son vuestras influencias musicales?
María (guitarra): La verdad es que tenemos muchas influencias, porque a todos nos gustan muchos tipos de música y hay gran variedad.
Personalmente me gusta la música Indie rock, Franz Ferdinand, Radiohead, Muse, Supergrass. También me gusta el rock clásico de los 80, The Who, Bob Dylan, Ramones.

¿Qué tipo de música consideráis que hacéis?
María (guitarra): es algo diferente, lejos del rock o el pop de siempre. Se podría decir que Indie.
Javier (batería): Como ha dicho María podría llamarse Indie por lo alternativo, pero tampoco sería exacto.

¿Desde cuándo y cómo os conocisteis?
María (guitarra): Sólo conocía  a Marcos, desde hace dos años, ya habíamos tenido nuestros pinitos en la música antes, pero a los demás no los conocía. Fue la primera vez que fui a los ensayos cuando conocí a todos los demás. Empezamos los ensayos en 2010.

¿Dónde ha sido el último sitio donde habéis tocado?
Vicente "Tiko" (teclados): El último creo recordar que fue en el Día de la Música en Valladolid.

¿Qué proyectos tenéis para un futuro a corto plazo?
Javier (batería): Ahora mismo estamos parados porque Marcos (Voz y guitarra) está en Polonia pero en cuanto vuelva lo retomaremos con ganas e intentaremos tocar por los garitos de Zamora.

¿Cómo veis el panorama musical actual?
Javier (batería): Jodido, realmente jodido. La música da de comer a unos pocos privilegiados (algunos sin merecérselo). Están surgiendo estilos y grupos interesantes pero si no tienes dinero es imposible hacer algo.

 Tenéis temas propios. ¿Quién compone? ¿Qué temas predominan en vuestras canciones?
María (guitarra): Ahora mismo casi todo es nuestro. Marcos compone letra y base musical luego en el local entre todos lo perfilamos, introducimos cosas nuevas, etc. pero la letra es entera de él, él es el poeta (risas).
Marcos (voz y guitarra): Los temas son variados: van desde amor, maltrato, viajes siderales psicodélicos… (Risas).

¿Dónde os veis dentro de 10 años?
María (guitarra): Personalmente trabajando en algo relacionado con la Biología, o en el paro. En cuanto al grupo, es una pasión, un hobby, me gustaría que nos siguiéramos reuniendo, tocando por garitos y haciendo lo que nos gusta.
Javier (batería): En el paro y tocando en bares de mala muerte.

Para finalizar decidme cada uno de vosotros una canción y un grupo.
María (guitarra): La canción es My brain is hunging upside down de los Ramones y el grupo KT Tunstall.
Javier (batería): Nothing Else Matters de Metálica y Vetusta Morla.
Marcos (voz y guitarra): sencillamente, no puedo decantarme por ninguna.
Vicente "Tiko" (teclados): No surprises, Radiohead.

Así son Breda, podéis escucharlos y encontrar información de todo tipo sobre ellos en:

¿Es España un país racista?

Cuando se formula esta pregunta, automáticamente se niega la mayor. La frase estándar para excusarse suele ser del tipo “yo no tengo nada en contra de ellos” y, en ocasiones, cuando la hipocresía subyace bajo ese enunciado, se acompaña de un pero es que…. Si la charla es con cierto tipo de personas, se pone en práctica el deporte nacional, criticar lo que no se conoce, sólo por encima de criticar al que no está presente –si fuera olímpico, habría tradición de medallistas españoles- y da comienzo una perorata de leyendas urbanas que cuenta un borracho y un imbécil las cree acerca del daño que han hecho los inmigrantes a este país, y sobre por qué hay que hacer todo lo posible para no relacionarse con ellos. Una aclaración, solo son inmigrantes aquellos que vienen de países menos desarrollados, un inglés que lleva 20 años trabajando aquí es un turista.

Hace poco tuvo lugar en Esplugues de Llobregat, Barcelona, un caso que ha sido la motivación de que un servidor haga este artículo. Un empresario chino de 47 años tiene el proyecto de abrir un restaurante Wok en un bloque de vecinos, para el cual realizará una inversión cercana al millón de euros en alquilar un local que llevaba varios meses vacío, ya que nadie estaba interesado en él. Desde el principio, no cuenta con el beneplácito de una vecina que, casualmente, trabajaba en el Ayuntamiento de Esplugues, alegando que no estaba dispuesta a tolerar los olores que la comida china produce. Tras un arduo proceso logra abrir el local. En su inauguración, invita a todo el bloque de vecinos que asiste con muecas de falsa aceptación y parece ser que el conflicto llega a su fin. Nada más lejos de la realidad. De nuevo vuelven las protestas, que terminan con el cierre del local, una cuantiosa inversión de dinero perdido y una familia en un país extranjero al borde de la ruina. El empresario, ante esto, termina ahorcándose en su local.

A pesar de que lo neguemos, somos un país racista. Sin embargo, citando al refrán, mal de muchos consuelo de tontos, no somos los únicos del viejo continente que pequen de ello. Bien es sabido que en las vecinas Francia e Italia también impera una mentalidad xenófoba, quizás alentada por sus máximos dirigentes. Son países que, a pesar de su multiculturalidad, siempre está la atávica actitud de rechazo al inmigrante. Ese no puede ser el espejo en el que reflejarse. El modelo a seguir está en otros europeístas como Holanda o la región escandinava, siendo esta última la demostración de que inmigrantes y nativos pueden convivir en un marco de tolerancia para nada utópico. Amén.

Y para terminar, porque esto no dejará de pasar con personajes así:

Maldito esquirol

Por más que lo intento, no consigo entender cómo hace ya tres años que todo sigue igual. Las timbas de mus con los compañeros de la mina desaparecieron, igual que nuestro salario y empleo. Las horas y horas echadas en esos túneles las paso en el sillón de mi casa por vergüenza a salir a la calle sin tener un par de míseros euros que gastarme en una cerveza. Mis hijos, con su madre, incrementan su vergüenza ante un padre fracasado que dejó a su familia al borde del abismo. ¿Mis amigos? Todos esquiroles. Y los que no lo son, alguno en la cárcel, otros lejos de este repugnante lugar y habrá otros en mi situación.

¡Ay, malditos esquiroles! ¿No lo entienden? ¡Nos explotan! Horas de trabajo por un sueldo inexistente. Puta crisis. Atrás quedaron esos meses de perseguir el autobús de trabajadores hasta la valla de las minas tirando huevos y arremetiendo contra los putos locales que intentaban, con poco éxito la verdad, que las revueltas se calmaran día tras día.

Era un no parar, horas de espera para que el bus cargado de unos pocos de mineros que no se solidarizaban con el sindicato saliera del trabajo. Por su culpa no parábamos de comernos una mierda. “Ellos trabajan sin quejarse” nos decía el paleto del concejal….

Solo. Estoy solo. Llamo a casa de mi ex mujer y no me deja hablar con mis hijos. Ni que estuviéramos en América con esas tutelas de película donde el padre no puede ver a sus hijos salvo una hora cada dos domingos.

Acabado. Me siento acabado. ¿Qué puedo hacer con mi vida? Llevo meses sin saber nada de la oficina del INEM. No tengo estudios, no sé idiomas. Mi único currículo es haber estado picando piedras durante diecisiete años. ¿Hasta dónde puedo llegar con eso?

Pasa un mes, y otro, y otro… Y así hasta hoy, que como un capullo tragándose su orgullo y moral estoy subiendo al puto autobús de esquiroles. Desde la ventana, todavía se puede divisar un grupo de manifestantes tira-huevos. Ya son un grupo muy reducido. Los más jóvenes. Pobres necios.

Que conste que no lo hago por mí. Mi hijo quiere estudiar y yo no quiero que sea un fracasado como su padre. Llevo meses sin hablar con él, pero espero que algún día recuerde que hasta un fracasado puede encontrar algo por lo que merezca la pena luchar. No hay que tirar la toalla.

Un Final Inacabado

Artículos no salen todos los días, y más cuando se aproxima una fecha que todos los estudiantes universitarios esperan con ansia durante todo el año. Por eso, en El Café de las Cinco estrenamos sección, Colaboradores, en el que publicaremos artículos que nos manden, de cualquier tema o ideología, sin censura, en la que no creemos y mucho menos practicaremos. Rompe el hielo nuestro compañero y amigo Emilio Burgos, al que damos la bienvenida y animamos a él y a otros tantos a que nos manden material. Sin más, les dejamos con la nueva entrada del blog.


Hace algún que otro domingo nuestro “amigo” Monteseirín -lo de amigo por la de años que lleva aquí como Pedro por su casa- inauguró el interminable proyecto de la Encarnación Metropol Parasol, más conocido por la guasa sevillana como Las Setas. Digo interminable porque, a pesar de estar inaugurado deprisa y corriendo, no está terminado, pues todavía faltan muchas cosas por acabar como montar los negocios de las galerías comerciales y la zona de los cuatro restaurantes a 21 metros de altura, retirar las últimas dos grúas, acabar de pintar con poliuretano las copas y completar el Antiquarium. Un proyecto que solo tiene un adjetivo para describirlo en su desarrollo; infame. Más aún sabiendo que el presupuesto ha superado un 70% de lo fijado a principios, ¡qué de gente ha tenido que meter ahí la mano, amigo!

Cabe ahora el debate si “pega” o no ese inmensurable edificio moderno propio del siglo XXI en los aledaños de un casco histórico que se define por reunir edificios de varios estilos arquitectónicos. Indudable es la calidad del diseño y la cantidad de dinero que puede generar en la zona de la Encarnación ya que a partir de ahora los turistas acudirán a ver el Metropol Parasol de igual manera que acuden por ejemplo a ver el Archivo de India o nuestra preciada Giralda y así se regenerará una zona que hasta ahora a mi entender estaba algo dejada y nunca entendí por qué.

Pero si de algo se acordó nuestro alcalde es de la Ley Orgánica 2/2011, que modifica la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, prohibiendo desde la convocatoria de las elecciones cualquier acto organizado o financiado por los poderes públicos o cualquier inauguración. Está claro que fue este el motivo principal del adelanto de la inauguración de dicho proyecto, por lo que haría un gran paralelismo entre las “setas” y el gobierno socialista en Sevilla, duradero e inacabado.

Amigo Monteseirín cúrese en salud, no presente una obra con andamios porque estéticamente no está permitido y váyase presumiendo haber sido el alcalde que más duró en esta ciudad y agache la cabeza al reconocer lo que nos vas a dejar, una Sevilla muy mejorable y un socialismo sevillano bastante quemado.

Europa; un espejo roto.

No cabe la menor duda que la inserción de España en la Unión Europea ha constituido uno de los mayores logros políticos de la democracia. Ser un país miembro ha propiciado un fuerte desarrollo económico y de las infraestructuras. Europa es y ha sido un espejo donde mirarnos, un cristal roto que todavía nos refleja difusos y distantes de la bonanza continental.

El despótico dominio de la UE por parte de Francia y Alemania denota una falta de igualdad en el seno político de Bruselas. Los dos grandes toman decisiones, regulan y organizan Europa en pos de un desarrollo económico jerarquizado de los países que la integran. Jerarquía que les permitirá seguir gobernando desde una cómoda hegemonía política.

Un aspecto importante de todo este entramado es el concepto de dependencia. Europa no es un solidario sistema de ayudas y apoyos entre países vecinos, se trata de una red de dependencias entre estados. Es decir, siempre estará el pudiente que dé, y su sumiso, el pobre que deba. Esta red de dependencias se traduce en favores políticos injustificados, defensa de medidas ultraconservadoras, y sobre todo en una homogeneización política en todos los países miembros. No existen la derecha o la izquierda, sólo el país que da y el que debe, la ideología muere cuando el capital prima.

Para identificarte con un concepto tan amplio y abstracto como Europa has de sentirte parte de una misma cultura, unas costumbres, una lengua, y sobre todo un nivel de vida, un mismo poder adquisitivo. Europa es tan rica como diversa en sus costumbres y culturas, preciadas virtudes pero también barreras para un mismo sentir ciudadano. El poder adquisitivo es muy desigual entre los países miembros, haciendo que la injusticia prime entre ellos, fomentando las relaciones de dependencia ya mencionadas. Lo único que nos une es un sistema económico que fracasa, el liberalismo, un mercado de fe y especulación.

Subidas y bajadas de los tipos de interés, desconfianzas que se gestan en despachos, solvencias de mentira y mentiras muy solventes, así funciona Europa, la que da, la que presta, la que empobrece y te ignora. Europa no nos miró mientras nos ahogábamos en la crisis, nos dejó a merced de la zozobra para que clamásemos una ayuda exógena, el heroísmo de Bruselas, esos que rescatan y luego chantajean.

Lo que si disfruté

El tiempo fue el protagonista negativo de esta Semana Santa. Treinta y tres hermandades se quedaron sin hacer estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, un poco más de la mitad. Aplausos, lágrimas, juntas divididas, decisiones cuestionables, colas en la puerta de los templos, fueron la tónica predominante durante esta semana. Por eso, los cofrades sevillanos nos vimos obligados a disfrutar como nunca de las jornadas que nos regalo este caprichoso tiempo: Domingo de Ramos, Lunes y Miércoles Santo.

Sevilla recibió el Domingo de Ramos con esa luz que solo ella tiene. Cielos despejados y calor para disfrutar del día más bonito de la ciudad.
Desde El Porvenir la Virgen de la Paz nos decía su advocación a través de su palio blanco. Después, en la Plaza del Molviedro, disfruté con la compleja salida de Jesús Despojado. La segunda marcha que le tocaron al Cristo explica el por qué la banda Virgen de los Reyes toca de domingo a domingo. La Cena dejó una imagen para la historia de la ciudad al ser la primera hermandad que pasó bajo el arco de las setas de la Encarnación. Mejoró mucho la opinión que tenía de los candelabros de guardabrisa en el misterio de La Cena una vez vistos en la calle, y por supuesto, ganó en luminosidad. Maravilloso también ver San Roque y escuchar los primeros sones de Centuria -que siempre suene esta banda en Sevilla- así como disfrutar de un palio como el de la Virgen de Gracia y Esperanza, uno de los que mejor suena en Sevilla. Recomiendo a todos ver la Hiniesta ya de regreso a San Julián. En mi caso vi al Cristo de la Buena Muerte en San Marcos donde Buena Muerte, María Magdalena, San Marcos y banda de Arahal hace un marco incomparable. La sobriedad, seriedad y perfección en el cortejo vino desde la calle Feria con La Amargura, una hermandad que hay que ver desde su abrazada cruz de guía hasta el último músico. Los primeros nazarenos de ruán llegaron con El Amor que acompañaban a ese portentoso crucificado y a María Santísima del Socorro. Con la Virgen del Socorro y su exquisito repertorio musical puse el broche a un día esplendoroso.

La Semana Santa se empezó a torcer ya en el Polígono San Pablo cuando El Cautivo decidió no salir. Curioso lo de esta hermandad que el año pasado salió y se mojó muchísimo y este año no salió y no cayó una gota de agua en todo el día. Gracias a dios el día se arregló y pudimos disfrutar de un Lunes Santo que hace cinco años hubiera sido completo.
Me encantó el misterio de La Redención, para mí el misterio que mejor anda en cuanto a estilo. Hablando de cuadrillas, perfecta como siempre la del Soberano Poder ante Caifás aunque para mí abusa mucho de los cambios. Setenta cambios hizo en la Campana, la segunda que hizo más cambios fue El Carmen Doloroso con treinta y siete. Me sorprendió lo bien vestida que iba la hermosa Virgen de las Tristezas de Vera-Cruz, maravilloso. Como espectacular fue también ver como ha quedado el paso de Cristo de la hermandad de las Aguas donde los hermanos Caballero han vuelto a hacer otro gran trabajo. Este Lunes Santo lo despedía con la Virgen de las Aguas de El Museo. La sensación después de ver es palio de proporciones perfectas y haber escuchado las previsiones meteorológicas para los siguientes días era que poco más vería esa Semana Santa.

Y no se equivocaron, el Martes Santo amaneció metido en agua y seguiría todo el día con la misma tónica. Día de transistores, de decisiones discutibles, de aplausos, de lágrimas en los templos, de vía crucis. Solo dos cofradías decidieron salir después de prorrogar su salida hasta el máximo permitido. La primera Los Javieres, la cual de la mano de Maruja Vilches abrió sus puertas para que la cruz de guía no pudiera dar un paso más por motivo de la lluvia. Muy criticada fue esta decisión pero pienso que todos deberíamos recordar lo que ha hecho y está haciendo Maruja Vilches para el mundo de las cofradías. Menos justificado está lo que tardó el misterio del Dulce Nombre al sorprenderle la lluvia cuando apenas había abandonado la plaza de San Lorenzo. Plaza que, como si de una maldición se tratara, se iba a quedar sin ver salir ninguna de las tres hermandades que inician y culminan allí su estación de penitencia.

El tiempo quiso regalarnos el Miércoles Santo, y a mi en concreto realizar la estación de penitencia con mi hermandad de Los Panaderos que transcurrió con normalidad. La única incidencia fue sobre la una de la madrugada cuando empezaron a caer unas gotas de lluvia haciendo el murmullo del público y el mayor nerviosismo mío, pero solo se quedó en unas gotas. La recientemente coronada Virgen de Regla fue lo último que pudieron ver los sevillanos hasta que la hermandad de El Sol, el Sábado Santo, decidiera salir para posteriormente refugiarse en la catedral. Dicha hermandad mantuvo al cortejo en la catedral hasta las nueve cuando el tiempo dio una tregua y volvió a su barrio de El Plantinar. El dichoso tiempo nos dejó sin Jueves Santo, Madrugá, Viernes Santo ni Sábado Santo. Demasiado.

Pero la Semana Santa de Sevilla, aunque sea tan mala como la de este año, siempre deja imágenes para el recuerdo. Para la Semana Santa de la memoria quedará el discurrir de los armaos de la Macarena por las calles de Sevilla. En vista de que ninguna hermandad del Jueves Santo había salido fui a la Plaza de San Lorenzo. Después de una hora esperando, un reguero de plumas blanca apareció por Cardenal Espínola a los sones de Abelardo. Pero los momentos más emotivos se vivieron cuando al salir de la Basílica del Gran Poder la mayoría de los armaos iban llorando. No sabía si por sentir de cerca al Señor del Gran Poder o porque intuían que no podrían acompañar a la Señora de Sevilla en esa noche mágica. Y la plaza le intento transmitir con gritos de ánimo y aplausos lo que hacía unos minutos nos habían transmitido ellos al irrumpir en la plaza para llevar Esperanza a todos. Por todo lo que allí se vivió y lo que anteriormente se había vivido en Hospital Infantil mientras haya armaos hay Esperanza y por supuesto Madrugá. Como ellos mismos decían en la salida: “Roma sale a la calle, porque el agua no puede con Roma”.

Un domingo cualquiera

La pasada Semana Santa será recordada por el nefasto tiempo que aconteció a lo largo de casi toda la semana impidiendo que un gran número de cofradías salieran a la calle para realizar su estación de penitencia.

He escuchado hace poco que una de las peripecias que más les gusta a los “capillitas” es la de recurrir a efemérides para poder fardar de que lo que se está viviendo esos días es histórico. Mejor decir que vivieron una Semana Santa histórica que un fracaso estrepitoso, y así contarles a sus nietos esas batallitas de Putas y Rifles que a nuestro redactor El Café Irlandés le gustan tanto.

Caras frustradas, niños que se quedan sin salir en su primer año como nazarenos, reliquias que, un año más, quedan encarceladas en su templo sin poder ver la luz del sol, y año tras año las mismas desgracias para unos pocos desafortunados que este año, por lástima, fueron bastantes.

Pero no toda la historia vivida estos días fue motivo de lágrimas. Aunque muchos no se acuerden o no se hubieran enterado, el deporte español jugaba un bonito choque contra la semana sevillana por excelencia, y no me refiero a ese carrusel de Clásicos que está viviendo el fútbol. La Virgen de la Macarena durante un día dejó de llorar por la muerte de Joselito y esbozó una sonrisa el Sábado de Pasión al enterarse que el equipo de su ciudad, ese que une a la afición verde con la roja, había conseguido el pase para una final europea por primera vez en su historia.

El Domingo de Ramos, pues, sí fue fecha histórica para esta ciudad (que tomen notan esos capillitas para contar sus batallitas). El Cajasol llegó a Treviso con muchas ganas y ambición. No le sirvió para ganar aquella bonita final, pero al menos sí consiguieron recordarles a algunos en esta ciudad que no todo es fútbol y Semana Santa, y que una portada del periódico también la puede ocupar un modesto equipo de baloncesto. Por eso, este Domingo de Ramos, sí fue histórico

La leyenda del mago galés

Ser el único jugador que ha marcado en todas las ediciones de la Premier League (y van 19). Ser el jugador con más partidos de la historia del Manchester United. Ser el mejor jugador de la historia de Gales, y un sinfín de condecoraciones más. Haberlo ganado todo a nivel de clubes. Son cosas por las que un jugador se gana el apodo de leyenda. Ryan Giggs es una. Una leyenda viva del fútbol, de uno de los 10 mejores equipos del mundo. Un ejemplo de profesionalidad, y es que seguir compitiendo al máximo nivel en una competición en la que el físico prima sobre la técnica con casi 38 años no está al alcance de cualquier futbolista. Giggsy es diferente. Es uno de esos extremos de los 90 que desbordaban Europa con su velocidad y su cambio de ritmo. Hoy en día sigue deslumbrando con su exquisita zurda, capaz tanto de asistir, como de marcar goles de bellísima factura, de templar el balón, de crear fútbol, de ponerlo en la franja del campo que desee. Porque cuando Ferguson lo necesita, está ahí. Si debe jugar de lateral, lo hace, y sigue subiendo la banda como si de un juvenil se tratase. Si debe jugar por el centro, se disfraza de organizador y es capaz de ser el motor del equipo. La prolongación perfecta del preparador escocés en el campo. Y es que jugadores como Giggs hay pocos, y desde luego, saldrán pocos más.

Su eliminatoria en Champions frente al Chelsea certifica que está en un momento de forma impensable para un jugador de su veteranía. En la ida demostró que sigue siendo un extremo de los de antes. La jugada que termina con el gol de Rooney la podría firmar cualquier superclase. Balón que cae del cielo londinense como nieve y que Giggs mata con un control orientado a la espalda de Bosingwa (a estas horas sigue buscando su cintura) y toque raso para que el 10 de los Reds fusile. En la vuelta volvió a ser decisivo con otras dos asistencias. En el primer tanto, entra por la derecha con rapidez y pase de la muerte a Chicharito -mención aparte merece también este jugador, todo balón que llegue al área lo manda al fondo de las redes- y en el segundo, una contra del libro, de las que le gustan a Fergie, que Giggs finaliza con un pase al hueco dejando sólo a Park. Si lo hubiese firmado Xavi, a nadie le extrañaría.

Su duelo en semis frente a otro clásico, Raúl González, viviendo una segunda juventud en Gelsenkirchen (no se puede decir lo mismo de Giggs, ya que la regularidad es otro factor que marca su carrera) determinará quien se enfrentará al campeón del clásico español, que copa las portadas de los diarios restándole importancia a estos dos viejos rockeros que tantas tardes han hecho disfrutar al espectador objetivo de fútbol.

Nadie sabe hasta cuando seguirá Giggs. De momento está atado un año más al club de su vida, uno de los últimos One Club Men. Lo único seguro es que, mientras juegue, seguirá acrecentando su leyenda, que ya tiene un nombre bordado con letras de oro en la historia del fútbol.

Una desilusión de color

Admitámoslo, las esperanzas e ilusiones que casi todo el planeta tenía en el actual Presidente de los EEUU, Barack Obama, se han ido desvaneciendo con estos primeros años de mandato. Todos nos preguntamos qué ha sido del hombre que iba a cambiar el mundo; el hombre que apostaría por la Paz Mundial, por llevar a cabo la gran reforma sanitaria que su país necesita, el hombre que cerraría Guantánamo, que terminaría con la crisis mundial, que bajaría las tasas de paro de su país- ahora en su máximo histórico- en definitiva, el hombre del YES, WE CAN.

En su favor podríamos decir que no fue por falta de ganas, pero sus grandes promesas electorales, Guantánamo y la Reforma Sanitaria, eran quimeras que cualquiera de sus asesores políticos- o cualquiera que entienda un poco sobre política- sabía perfectamente que eran inviables.

¿Qué se suponía que implicaba cerrar un campo de concentración y tortura, en tierra de nadie, con el mayor número de criminales por metro cuadrado del mundo? La extradición de los presos no iba a suponer, en ningún caso, un aumento de cariño hacia ellos en sus nuevos lugares de acogida. Ante la falta de voluntarios para dar la bienvenida a criminales, una vez cerrada, se tuvieron que volver a abrir las puertas de este espeluznante lugar.

El otro gran punto, la Reforma Sanitaria, es una necesidad evidente. El país más poderoso del mundo no puede poner la “Seguridad Social” (un concepto inexistente allí) en manos exclusivamente de los que se la puedan permitir. Pero el problema es visible. En medio de esta crisis mundial es imposible realizar un gasto tan costoso como hacer del seguro privado un servicio público.
La imagen interna del Presidente se ha desvanecido bastante. Su partido perdió las elecciones del Congreso, por lo que casi todos los intentos de nuevas leyes serán abolidos por el T Partie. En dos años, la gran esperanza de la humanidad se ha visto con las manos atadas.

La imagen externa también se ha visto perjudicada. Un Nobel cuya legitimidad todavía está muy cuestionada, en parte por los despliegues militares en Afganistán, Pakistán y Libia, o por el precio que se está dispuesto a pagar por unos cuántos barriles de petróleo.

¿Qué nos queda? La triste realidad de que el mundo miró el color más que su programa político. Claro que también se perdona ya que ninguno querríamos que MCain o Sarah Palin hicieran estragos y pudieran causar un crack peor que el del 29 o una lll Guerra Mundial.

No va a cambiar el mundo, pero debemos tener confianza en que al menos no acabe con él. Estos cuatro años los ha perdido, pero esperemos que haya aprendido para los cuatro siguientes.

Juguemos a ser periodistas

Soy estudiante de periodismo, estoy en segundo. Hoy soy igual de periodista que el día en que entré. En este “palito” a la carrera que curso es inevitable hacer un ejercicio de autocrítica con mi generación.

Es posible que estemos ante una de las generaciones menos inquietas de la historia. Recuerdo que estando en bachillerato, no fui a la manifestación contra la mentira de Bolonia porque era demasiado temprano y preferí dormir. Pienso que ese es el reflejo de la mayoría de mi generación. Las asambleas están vacías, no le sacamos el poco partido que se le podría sacar a la facultad. Cuando vemos que se oferta un curso de libre configuración en un tablón preguntamos cuántos créditos dan antes de interesarnos por el tema del curso. Cuando escuchamos la palabra “optativo” detrás de la palabra “trabajo” empezamos a escuchar una musiquilla de fondo. Todo esto es cierto, pero no lo es menos que una carrera como la nuestra no motiva lo más mínimo a los estudiantes.

Estoy harto de que me repitan hasta la saciedad el esquema de Lasswell (emisor-mensaje-receptor) y sin embargo haber entrado a la radio 5 o 6 horas en dos cursos. Estoy harto de ir a clase y aburrirme, que no me aporte nada, que incluso sea factible no ir en todo un cuatrimestre a clase y que las oportunidades de aprobar el curso se mantengan intactas. Harto, por supuesto, de dar asignaturas de publicidad que me importan lo mismo que fisiología vegetal. Harto de profesores con un currículo académico envidiable pero que solo han visto la redacción de periódico en fotos, de profesores Licenciados en Prepotencia y Doctorados en Lectura de Power Point. Aunque venga del Bachillerato de Humanidades, se leer.

Por estar harto de todas estas cosas, por el desencanto general que nos causa esta carrera y por las ganas que tenemos de hacer algo relacionado, aunque sea de lejos, con el periodismo ha nacido El Café de las Cinco. Juguemos a ser periodistas.

De Superhéroes y otras Mentiras

Más de 40 años han tenido que pasar para que el pueblo libio se levante (inspirado, todo sea dicho, por levantamientos en países adyacentes) en contra de un tirano. Un ser que se autodenomina Guía de la Revolución –la pregunta es, ¿qué revolución?- y, en su empeño por aferrarse al poder, tiene la sangre fría de quedarse sentado en su presidencial jaima, probablemente riéndose de la comodidad de su existencia, mientras su pueblo, sus iguales, navegan en un mar de sangre en forma de guerra civil.

Un portavoz del gobierno libio dijo que están dispuestos a celebrar elecciones, llevar a cabo una constitución y todos esos pequeños caprichos del estado de derecho moderno, siempre y cuando se dé la oportunidad a Gadafi de presentarse. El argumento es que Occidente no puede decidir sobre el destino del pueblo libio, sino que deben ser ellos mismos los que lo formen.

Pero este no es un artículo sobre Libia. Al menos no pretendo que el tema central sea ése. Sin embargo, me llama la atención las reacciones de Occidente. Descartada cualquier posibilidad de acuerdo mediante la palabra, el “mundo civilizado” entra de lleno en el conflicto, liderados por ese paladín de la democracia que es EEUU. Y todo por el pueblo libio. Recuerda mucho a Iraq. Y es que las comparaciones son odiosas, y si hay miles de víctimas de por medio, mucho más. El conflicto iraquí acabó con más de 1 millón de damnificados, un país roto que se prevé tardará décadas en recuperarse y las arcas petrolíferas de EEUU repletas. Hay muchos Fords a los que llenar el depósito. Más comparaciones; Libia también tiene suculentos pozos de petróleo que saquear. Por si alguien no se lo cree, la prueba es clara: “Vamos a intentar cortar sus líneas de abastecimiento de combustible” ,frase pronunciada por el jefe del Estado Mayor de EEUU, Michael Mullen, y jefe de la Operación ‘El Alba de la Odisea’, responsable de las actuaciones del gigante americano en Libia.

Nos venden que salvan el mundo a diario, en parte gracias a su industria cinematográfica. Hollywood ha hecho mucho daño. Esas películas de marines y reclutas rebelados contra el general de turno que al final terminan con pelotones enteros de islamistas, comunistas o todo lo que huela a antiamericanismo con sólo mover un músculo. ¿Es esa mentalidad imperialista la que les ha llevado a ser la primera potencia mundial? Indudablemente, pero a costa de guerras, saqueos y pasar por encima de medio mundo. Lo preocupante es que, a día de hoy, lo que pase en EEUU afecta directamente al resto de la población mundial.
Sinceramente no sé quien ha nombrado a los States los salvadores del mundo. Se ve que tanta película de héroes y superhombres termina calando en la conciencia colectiva.

Putas y Rifles

He pasado casi la totalidad de mi vida formándome, aprendiendo letras, ciencias e historia. Me considero un tipo curioso, exceptuando la adolescencia claro, en la que la idiotez me sonrió, le di la mano y caminamos juntos hasta el final de esa maravillosa etapa. Recuerdo que me gustaba escuchar a los viejos de boina y aguardiente, esos que venden progresivamente su cordura en pos de una "desvergüenza", a veces chocante, que regala la senectud. He gastado tardes y tardes escuchando "batallitas" de putas y rifles, de libertad y libertinaje, de vencedores y vencidos. Por ese tiempo no tenia criterio para juzgar una Guerra tan lejana y ajena a los ojos de un niño, pero me removían lo suficiente la conciencia como para soltar perlas del tipo; "Yo voy a votá a Zelipegonzále". Qué sabía yo… quizá me sentía bien por hacer reír a progenitores e invitados en ese cuchitril que teníamos por casa, con suerte alguien me convidaría luego.

Los años pasaron, y todavía cogido de la mano de la idiotez, esa mano con la que me engominaba el cabello religiosamente todas las mañanas -qué rol tan importante juega una mano en la cotidianeidad adolescente, ¿no les parece?- creí tener el mundo dentro de mi cabeza, conocer sus estructuras, sus problemas y soluciones. Ahora, a mis veinte años, tras despedir la idiotez y con la dichosa mano algo menos predispuesta a la actividad frenética -esa de engominarme que ya les dije-, todo se me replantea. Las soluciones han mutado y ahora no son más que un saco de dudas inertes. En momentos como éste recuerdo las tardes de putas y rifles, de viejos hablando de otros tiempos. Como tantos periódicos.

Con la suspensión de Garzón por su intento de esclarecer y hacer justicia con los crímenes franquistas, vamos dándonos cuenta de que vivimos en un país donde los tres poderes abren todavía brecha en eso que llaman las dos Españas. Especial preocupación suscita que la justicia, organismo básico en el estado de derecho moderno, siga al servicio de aquellos que anhelan recuperar unos privilegios que, por fortuna, les han sido sustraídos.

Los medios no se quedan atrás en su afán de mostrar una realidad maniquea, y prestos se alinean con uno u otro bando. Dicen que no hay nada más radical que un converso. Los periodistas han mutado, son ideólogos de un movimiento a veces, generales en plena arenga otras. Los discursos que visten las páginas de opinión sangran un odio que rezuma del cadáver de lo que un día fue la objetividad.

Con tanta perorata caducada, tanto rencor en salmuera y la visceralidad de antaño mal tatuada en las sienes de los españolitos, yo me pregunto: ¿Cansaré a mis nietos con mis batallitas de putas y rifles?

Tómate tu tiempo

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LAS FIRMAS- SEUDÓNIMOS
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